De la blogosfera sanitaria a la inteligencia artificial: 15 años de retrospectiva

26/05/2025

Han pasado cinco lustros del primer congreso de la blogosfera sanitaria[1] que tuvo lugar en Madrid. El reciente fallecimiento del doctor Fernando Casado[2] me ha recordado esta efeméride en la que participó activamente al pertenecer al selecto grupo de impulsores que el día antes nos dedicamos a poner sillas y preparar el evento. En esos años el mundo de Internet estaba evolucionando de la primitiva red de consumo pasivo de contenidos (denominada 1.0) a una nueva forma participativa (2.0) donde por primera vez se podía crear contenido y generar conversaciones. En 2010 lo normal era tener un blog y dentro del mundo de los profesionales de la salud éramos muchos los que teníamos el propio. Por fin era posible tener tu propia página web y gestionarla personalmente, lo que generó un rico caldo de cultivo de contenido multitemático que ofrecía valor a los demás de forma gratuita. La Fundación Gaspar Casal tuvo el acierto de hacer aquella primera convocatoria que permitió ponernos cara a un grupo de 200-300 profesionales de diverso perfil que previamente nos relacionábamos virtualmente dejando comentarios en los blogs amigos o en la red social Twitter que llevaba pocos años de andadura. A esta le seguirían otras convocatorias formales o informales que mantuvieron los encuentros.

Fue precisamente Fernando quien me animó a que abriera mi propia cuenta en esa red social para dirigirnos a nuestros pacientes. Aquello fue un fracaso aparente porque nos seguían muy pocos, pero indirectamente nos abrió la puerta a un nutrido grupo de compañeros del ámbito de la salud. Esa fue la verdadera recompensa, años de participación y generación de proyectos donde de forma espontánea se incentivó la innovación y la generación de ideas. Surgieron documentales[3], proyectos de difusión contra el tabaco, a favor de la Atención Primaria[4], congresos sobre video dedicado a la salud[5], campañas informativas[6]… Ensayamos diversos formatos generando contenido escrito, fotográfico, audiovisual, podcast… probamos herramientas digitales, diversas redes sociales, programas y tecnología diversa. Y siempre que podíamos tratábamos de encontrarnos de forma presencial y “desvirtualizarnos” cuando fuera posible con el foco puesto en ayudar a los demás compañeros y en lo posible a los pacientes.

Había una necesidad generalizada de “salir de la consulta” para encontrase con los demás. Nuestro sistema sanitario hipersegmentado no lo había permitido anteriormente, por eso muchos se subieron al tren para encontrar otras voces profesionales que no habían escuchado antes, donde la norma era que cada categoría solo hablaba y se reunía con los suyos. Ni los Colegios profesionales, ni las Sociedades Científicas ni la Administración supieron apoyar o fomentar este movimiento. Es cierto que abrieron sus cuentas e intentaron participar en la conversación, pero no hubo un soporte estructural ni se apoyó a los que creaban contenido o generaban ideas. Cuando un blog se posicionaba bien en el buscador Google era posible que su información llegara a los ciudadanos cuando buscaban en el mismo. De esta forma tratábamos de aportar conocimiento y divulgación científica de calidad en un mar de ruido y noticias de calidad cuestionable. Con frecuencia llegamos a tener más difusión que las propias páginas web institucionales que rara vez nos apoyaban ni citaban.

Con el tiempo también se sumaron los pacientes y las organizaciones de pacientes. Trató de sumarse la industria farmacéutica y múltiples empresas de bienes y servicios. Internet era un mercado y allí se postulaban todos. Pero resultaba fácil identificar quién hablaba desde él mismo o lo hacía pagado por un tercero.

Fueron pasando los años y los gigantes de Internet volvieron a cambiar el modelo de negocio. Los blogs basados en texto languidecieron y se empezó a incentivar la producción de video, especialmente el efímero y de consumo rápido (Tik Tok, reels de Instagram, Youtube shorts). Estos formatos tenían más riesgo para los profesionales sanitarios por lo que hubo una retirada y muchos de aquellos blogs iniciales terminaron cerrando y aquella red dinámica acabó deshilachada.

La participación de profesionales sanitarios en redes sociales también ha ido cambiando al tender estas páginas a segmentar sus audiencias, aumentar la publicidad y generar mucho ruido de fondo. La conversación perdió libertad al ser manipulada por algoritmos que premian los temas, memes y productos que pagan para promocionarse. Por eso muchos decidieron dejar de lado las grandes redes y dedicar tiempo a sus grupos en Whatsapp, Signal, Telegram… o migrar a nuevas redes más pequeñas como Bluesky, Mastodon, Threads, Reddit…

Cada año que pasa Internet se transforma más rápido y el contenido va generándose en mayor proporción por bots o robots que progresivamente ocupan más espacio. Salvo excepciones ya casi no quedan profesionales sanitarios con presencia mediática y los que quedan suelen tener potentes intereses comerciales dándoles apoyo. Llega el momento de los LLM, modelos ampliados de lenguaje, que están generando cada vez más contenido y conversaciones aprovechando las preguntas y consultas de la ciudadanía. El tiempo de los buscadores clásicos está terminando. En breve será nuestro asistente personal quien nos responda o busque el elemento digital que pueda satisfacer nuestra necesidad de información, orientación, mentoría, apoyo psicológico, consuelo, entretenimiento o amistad digital.

He editado un blog durante 17 años que incluye 3175 artículos. He respondido miles de comentarios y generados incontables conversaciones desde el mismo y en redes sociales. Y ahora veo que todo eso se pierde como lágrimas en la lluvia ante la presión de nuevas tecnologías basadas en Inteligencia Artificial. Sin embargo, no me produce tristeza sino todo lo contrario. Estoy agradecido por haber conocido a mucha gente buena y haber podido incluso a hacer amigos. Estoy agradecido por haber aprendido mucho y a la vez haber aportado alguna idea. Estoy agradecido por haber podido participar en conversaciones y escribir un buen montón de páginas, algo que me ha divertido en los momentos buenos e iluminado en momentos oscuros.

Siento como ustedes que todo va cada vez más rápido. Pese a ello sigo pensando que los profesionales de la salud debemos tener presencia en la sociedad y eso incluye las plazas digitales. Es necesario tener presencia en las revistas científicas y congresos, pero también en las redes sociales. Es fundamental abrirse a otros perfiles profesionales y atreverse a escuchar y a compartir. No les puedo decir con qué herramientas ni de qué formas concretas. Tan solo compartir la intuición de que se puede hacer y que si lo conseguimos ganaremos todos.


Referencias

[1] http://saludextremadura.ses.es/periodicoses/noticia.php?id=475#gsc.tab=0

[2] https://doctorcasado.blogspot.com/2025/05/orbiturario-del-doctor-fernando-casado.html

[3] https://www.elmundo.es/elmundosalud/2012/06/26/noticias/1340716387.html

[4] https://apxii.wordpress.com/

[5] https://doctorcasado.blogspot.com/2013/06/jornada-videos-y-salud-8-de-junio-en.html

[6] https://doctorcasado.blogspot.com/2009/09/gripe-ante-todo-mucha-calma.html

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