La cultura de la impaciencia y la salud

04/12/2023

Lo quiero todo y lo quiero ahora. La publicidad y el marketing promueven la idea de que podemos tener todo lo que deseamos de inmediato. La sociedad de consumo fomenta la impaciencia al presentar constantemente nuevos productos y servicios que prometen solucionar nuestros problemas y satisfacer nuestras necesidades de manera instantánea, también en el campo de la salud.

También nos cuesta esperar. Estamos rodeados de dispositivos móviles, internet de alta velocidad y las redes sociales que son una fuente de gratificación instantánea. Nos sobreexpone a estímulos visuales y auditivos, como videos cortos y mensajes de texto, lo que ha contribuido a una disminución en la capacidad de atención y paciencia. La capacidad de obtener información, comunicarse con otros y acceder a una amplia gama de servicios en cuestión de segundos nos ha llevado a una disminución de la tolerancia a la espera.  Las personas nos acostumbramos a consumir información en fragmentos breves, lo que dificulta la concentración en tareas que requieren tiempo y esfuerzo[1].

En el entorno de la atención sanitaria, y en muchos otros, estamos constantemente bajo presión para cumplir con plazos y expectativas. Esto crea un ambiente en el que la impaciencia se convierte en una respuesta natural a la presión del tiempo. Glorificamos la rapidez y la eficiencia. Esto se refleja en la obsesión por la productividad y la multitarea, lo que lleva a la impaciencia cuando las cosas no avanzan tan rápido como se desearía. Con esto se enfatiza la satisfacción inmediata en lugar de la gratificación a largo plazo. La impaciencia surge cuando las personas no ven resultados rápidos y tangibles de sus esfuerzos. El ritmo de vida acelerado y la constante conectividad pueden dejar poco tiempo para el descanso y la reflexión. Esto lleva a una mayor impaciencia, ya que las personas sienten que deben aprovechar al máximo el tiempo limitado disponible. El resultado final: ansiedad y estrés. En este contexto, la impaciencia se convierte en una forma de lidiar con la incertidumbre y la frustración.

Para contrarrestar la impaciencia en la sociedad, y mejorar a su vez la salud, es importante fomentar la educación en habilidades de paciencia y resiliencia, promover la conciencia de los efectos negativos de la impaciencia en la salud mental y emocional y buscar un equilibrio entre la satisfacción instantánea y la gratificación a largo plazo. Además, es esencial recordar que no todo puede ni debe ser inmediato, aprendiendo a apreciar la belleza de la espera y el proceso. Muchas cosas en la vida requerirán espera, ya que los buenos resultados ocurrirán más adelante. Esto se aplica tanto a ganancias económicas tras una inversión como a la recuperación de una cirugía o a los efectos secundarios y resultados beneficiosos de ciertos medicamentos[2].

La paciencia nos ayuda a afrontar las adversidades y los desafíos de la vida de manera más calmada y serena. Nos permite mantener la calma en situaciones estresantes y encontrar soluciones efectivas en lugar de reaccionar impulsivamente, tomándonos el tiempo necesario para recopilar información, reflexionar y sopesar nuestras opciones antes de tomar decisiones importantes. No menos importante, ayuda a lidiar de manera efectiva con la frustración y a mantener una actitud positiva cuando las cosas no van como esperábamos[3].

Cosas buenas aguardan a la persona que espera.


Referencias

[1] Hidalgo-Fuentes S, Martí-Vilar M and Ruiz-Ordoñez Y, 2023. Problematic Internet Use and Resilience: A Systematic Review and Meta-Analysis. Nursing Reports, 13(1), pp.337-350. https://www.mdpi.com/2039-4403/13/1/32

[2] Lipman SA and Attema AE, 2020. Good things come to those who wait—Decreasing impatience for health gains and losses. Plos one, 15(3), p.e0229784. https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0229784

[3] Jiang T and Dai J, 2023. Cognitive load enhances patience rather than impulsivity. Psychonomic Bulletin & Review, pp.1-17. https://link.springer.com/article/10.3758/s13423-023-02403-1

Foto de Nathan Dumlao

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