Buscando respuestas a qué es la innovación y cómo implementarla: la experiencia del AISBE

04/03/2024

“No saber compartir es empequeñecer la vida”. Ésta es la última frase de un artículo de Xavier Marcet en La Vanguardia titulado “Crear, concretar, compartir”[1]. Reflexiona sobre la idea de que el futuro no siempre es disruptivo y del abuso que se ha hecho del concepto VUCA (volatility, uncertanity, complexity, ambiguity) para definir ese futuro. Recuerda la lentitud con la que se han desplegado innovaciones como la impresión 3D o el coche eléctrico debido al ritmo de las personas y a la dificultad de cambio de las culturas corporativas. Concluye que es necesario desarrollar el futuro equilibrando personas y tecnologías, con agilidad y paciencia, creando, concretando y compartiendo oportunidades y combinando continuidad, adaptación y disrupción.

Constantemente hablamos de innovación como un elemento estratégico de las organizaciones, aunque nos cuesta definir lo que es innovación. Me gusta la definición que dice que innovación es todo lo que comienza con alguien diciendo esto no se puede hacer, es imposible. Más académica es la definición de Alfons Cornella que plantea que la innovación consiste en generar ideas que sean convertibles en un producto, servicio o proceso que suponga un valor para los clientes o la sociedad, de forma que se obtengan resultados sostenibles en el tiempo.[2]

El artículo “Inspiring Innovation” de Harvard Business Review del año 2002 sigue siendo inspirador con recetas de directivos de muy distintos sectores[3]. Quisiera destacar la de un directivo de Procter & Gamble que dice que la creatividad no es un regalo misterioso sino la tarea diaria de crear conexiones y de juntar cosas que normalmente no están juntas. Y la de un directivo del British Geological Survey que plantea que para innovar es necesario romper las afiliaciones en los departamentos y trabajar por proyectos. Y la de un cirujano cardiovascular, cofundador de una empresa que invierte en start-ups médicas, que dice que uno de los aspectos más duros de la innovación es que las personas acepten que la forma en la que trabajan no es la mejor. Toyota dice que todos sus empleados tienen dos trabajos, primero realizar su trabajo y segundo mejorar su trabajo, e implementa un millón de nuevas ideas al año que provienen de sus trabajadores.[4]

En el sector sanitario tenemos el reto de desarrollar el futuro innovando, equilibrando personas y tecnología, con agilidad y paciencia, aceptando que podemos trabajar mejor, compartiendo y creando conexiones donde no existen, rompiendo afiliaciones y desplegando proyectos, y entendiendo que ante un “no”, hay una oportunidad de innovar. Y, volviendo a Xavier Marcet y su artículo “Diseñadores de excusas”, evitando a los diseñadores de excusas que cargan las culpas a los demás.[5]

Implementando un ecosistema de innovación sanitaria en Barcelona

Hace 20 años empezamos el despliegue del Área Integral de Salud de Barcelona Izquierda (AISBE), área que cubre una población de más de medio millón de personas de Barcelona ciudad, planteando un marco de trabajo de colaboración entre los profesionales de las diferentes instituciones sanitarias de ese territorio. Hoy podemos decir que hemos creado un ecosistema para desplegar innovaciones grandes y pequeñas que me gustaría pensar que es irreversible. Más de 500 profesionales de las diferentes instituciones implicadas colaboran en 50 ámbitos de trabajo distintos. 120 especialistas del Hospital Clínic realizan actividad asistencial un día a la semana en uno de los centros de atención primaria del AISBE.

A lo largo de estos años, se ha creado el Centro de Urgencias de Atención Primaria (CUAP) de Manso, que fue el primer CUAP de Barcelona Ciudad, y el CUAP de Pediatría de Numancia. Se ha diseñado e implementado, conjuntamente con el Hospital del Mar y el Área Integral de Salud de Litoral, el Programa de Cribado de Cáncer de Colon y Recto innovando con un nuevo rol de las Oficinas de Farmacia, programa que posteriormente se ha extendido a toda Cataluña. Se empezó la teledermatología cuando todavía era muy incipiente su uso. Se ha implementado un proyecto de seguimiento compartido entre la Atención Primaria y el Hospital de la paciente con cáncer de mama. Y se empodera a los optometristas por ganar resolución en oftalmología. Son algunos de los ejemplos de las mejores innovaciones promovidas por estos más de 500 profesionales trabajando juntos.

Tenemos outcomes, a menudo más de proceso que de resultados en salud que ojalá pudiéramos tener. En todo caso, conocemos la mejora en los tiempos de atención de las vistas urgentes de niveles 4 y 5 del AISBE gracias a los CUAPs, sabemos que un diagnóstico dermatológico, que en torno a un 6% es oncológico, puede orientarse en menos de 72 horas gracias a la Teledermatología cuando antes podía tardar más de 6 meses, y medimos el número de adenomas que se han diagnosticado y extraído a partir del Programa de Cribado de Cáncer de Colon y Recto evitando el cáncer.

¿Y por qué comparto hoy la experiencia del AISBE y esa mirada de la innovación? Porque me parece relevante en un momento complejo del sistema sanitario en el que, a veces, lo fácil es culpar a los demás y buscar enemigos y excusas. Debemos innovar por sostenibilidad, para proveer mejores servicios de salud, para aprovechar todos los instrumentos y las tecnologías a nuestro alcance, para atraer y retener a profesionales que quieren proyectos y dejar de realizar actividades repetitivas sin valor. Colaborando entre los profesionales de las distintas instituciones. Estoy convencido de que no hay otro camino. Porque la innovación va más allá de las herramientas como la inteligencia artificial, la robotización o la simulación, que son clave pero sólo herramientas.

Para terminar unos deseos. Ojalá la autenticidad, la resiliencia, la generosidad y la confianza sean los valores presentes, siempre y por todo. Ojalá un día podamos disfrutar de un sistema de información, uno sí, sólo uno y de todos, que nos permita plasmar los procesos colaborativos y estructurar la información necesaria para poder evaluar los resultados de salud. Y así demostrar el valor de estas innovaciones y poder rendir cuentas a los ciudadanos. Como dice Txarango, “ojalá sea largo el viaje” y “ojalá te den hilo y no te corten las alas” si creas oportunidades, las concretas y las compartes, huyendo de excusas y de buscar culpables.


Referencias

[1] Marcet X. Crear, concretar i compartir. La Vanguardia, 26 novembre 2023. https://www.lavanguardia.com/dinero/20231126/9404506/crear-concretar-compartir.html

[2] Alfons Cornella: Descubre los mejores recursos para emprender. Forum Impulsa https://es.forumimpulsa.org/prensa/actualidad/263-alfons-cornella-descubre-los-mejores-recursos-para-emprender/

[3] Inspiring innovation. Harvard Business Review. August 2002. https://hbr.org/2002/08/inspiring-innovation

[4] Surowiecki J. The open secret of success. New Yorker. May 5, 2008. https://www.newyorker.com/magazine/2008/05/12/the-open-secret-of-success

[5] Marcet X. Dissenyadors d’excuses. La Vanguardia, 1 octubre 2023. https://www.lavanguardia.com/economia/20231001/9264130/economia-empresas-estrategia.html

Foto de Rick Rothenberg

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