Hablar el idioma del paciente: un as bajo la manga

18/03/2024

Hay situaciones en las que uno es capaz de anticipar la sorpresa que puede causar a su interlocutor, como quien tiene un as bajo la manga y cree que tiene la partida controlada.

A mí me pasa ante una situación particular. A nadie se le escapa que Tolchinsky es un apellido difícil de situar en nuestra península y mucho más en Cataluña. Seguro que algún lector se lo ha preguntado. Desde hace muchos años me ha comportado múltiples preguntas y tener que explicar parte de la historia familiar que nos ha traído hasta Barcelona pasando por varios continentes. Lo divertido es comprobar que a pocos les sale escribirlo o pronunciarlo bien a la primera, pero no me molesta, más bien me hace gracia y aprovecho para distender la conversación si es una persona que recién conozco.

En el caso de los pacientes, me he ido dando cuenta que, junto a la sorpresa o preocupación de oírlo por primera vez, por la dificultad para pronunciarlo o de retenerlo, se abre una ventana de oportunidad. Se da la posibilidad de un intercambio, los pacientes sienten curiosidad y tienen ganas de preguntar y por tanto de equilibrar la balanza. Creo que muchos profesionales, aunque no tengan un apellido exótico en cuanto a sus orígenes, tienen sus recursos y hacen uso de ellos para estrechar una relación con sus pacientes que permite ese espacio de iguales.

Ahora bien, cuando en Cataluña o cualquier otro territorio bilingüe, un profesional que aparentemente por su nombre, su acento o su aspecto no parece autóctono, el hecho de entender, chapurrear o incluso ser muy competente en catalán, vasco o gallego, os garantizo que provoca una poderosa reacción. Desde hace años veo esta reacción en muchos de mis pacientes y hasta hace un tiempo no le daba más valor que el de su curiosa reacción. No obstante, de un tiempo a esta parte, empecé a pensar en el valor que aporta a la relación médico paciente. Así surgió un artículo colaborativo con la Dra. Rosa Calvo y con el Dr. Marco Inzitari, con quienes comparto entre otras una característica común en especial, ninguno de nosotros es catalanoparlante de origen pero lo usamos frecuentemente en nuestra vida profesional además de la personal.

Cuando queremos abordar el tema del idioma en nuestro sistema sanitario, irremediablemente surgen aspectos que nada tienen que ver con lo nuclear del planteamiento y se ve contaminado por aspectos que escapan a lo que nos interesa, la relación médico-paciente.

Todos están de acuerdo que en medicina la atención ha de estar centrada en el paciente, que el modelo es biopsicocial y que la empatía y la asertividad son cualidades que permiten al profesional acercarse al paciente para facilitar una relación de confianza. También de los beneficios contrastados en cuanto a las habilidades comunicativas.

Mirar el tema de la lengua en los territorios bilingües desde la perspectiva normativa lo convierte en un problema de carácter político, pero si hacemos el ejercicio de plantearlo como una competencia profesional, algo que aporta valor a nuestro ejercicio cotidiano, es difícil discutir que ser capaz de comprender y hablar el idioma de nuestros pacientes revierte positivamente esta relación asistencial.

Justo después de entregar nuestro artículo para su publicación, se publicaba un estudio canadiense que concluyó que los pacientes que recibieron la mayor parte de su atención por médicos que hablaban el idioma principal de los pacientes tuvieron mejores resultados hospitalarios, lo que sugiere que las disparidades entre los grupos lingüísticos podrían mitigarse brindando a los pacientes una atención concordante en el idioma.

Y luego, al cabo de unos meses, otro estudio mostraba la asociación entre la concordancia lingüística entre los pacientes y las enfermeras de la UCI y resultados como el uso de contenciones, la agitación y el delirio en pacientes con ventilación mecánica. La variable principal fue la concordancia lingüística entre el paciente y su enfermera de referencia, centrándose en los idiomas inglés y español.

Estos son dos ejemplos en los que aspectos como la seguridad del paciente en entornos donde hay más de un idioma (no necesariamente oficial, pero sí muy extendido, como es el español en Miami) reduce complicaciones como el delirium, salva vidas y evita actuaciones como las contenciones.

Hay colectivos que, es fácil de comprender, si pueden expresarse en su idioma y si además les hablamos en su idioma, salen beneficiados. Los pacientes pediátricos, los pacientes con deterioro cognitivo, los pacientes con diversidad funcional o los pacientes con trastorno mental parten de situaciones de mayor vulnerabilidad, mayores dificultades para adaptarse a su entorno y difícilmente tendrán todos los recursos necesarios para adaptarse al profesional. Parece razonable que, si la atención ha de estar centrada en ellos, merezcan que el profesional sea competente también en la lengua en qué los trata. Evidentemente esto ha de ir acompañado del resto de competencias, no es una varita mágica ni un eximente de profesionalidad.

Pero sería un error pensar que sólo en estos casos resulta importante ser capaz de comunicarse en el idioma propio del paciente. A menudo oímos argumentos como que el paciente se puede adaptar, que seguro que habla en el otro idioma (incluso si es cierto). Pero las personas pensamos, sentimos y sufrimos en nuestro idioma materno. Cuando nos enfadamos, lo hacemos en nuestra lengua materna. Jesús Tusón, catedrático de lingüística de la Universidad de Barcelona lo expresaba de una manera más formal: la facultad del lenguaje ha tenido y tiene un papel central y constitutivo en la elaboración del pensamiento y de la conceptualización del mundo. Ese mundo al que nosotros como profesionales queremos acceder para comprender a nuestros pacientes. A los pacientes se lo tenemos que poner fácil para que evoquen sus preocupaciones, sus sufrimientos, no ponerles más barreras.

Ser competente a nivel comunicativo y sobre todo respetar la lengua de nuestros pacientes o hablarla es un as bajo la manga, un as que sin duda aporta valor.

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