
La reciente publicación científica “Multidisciplinary perspectives on personalised prevention in youth mental health”, publicada en Frontiers in Digital Health (Löchner et al., 2025), en la que he contribuido junto a un grupo internacional de expertos, analiza una visión interdisciplinar sobre el uso de la inteligencia artificial (IA) y de las tecnologías digitales (en particular, las aplicaciones móviles) para la prevención y el monitoreo de la salud mental juvenil.
El trabajo subraya la importancia de la participación activa de los usuarios en el desarrollo de tecnologías digitales, en la creación de soluciones basadas en IA, y presenta evidencias sobre los beneficios potenciales de utilizar estas tecnologías entre los jóvenes para anticipar y reducir los problemas de salud mental.
¿Por qué es tan crucial la salud mental en la juventud?
Como sabemos, uno de los grandes retos actuales es la salud mental de nuestra sociedad, especialmente la de los adolescentes y jóvenes, que pueden desarrollar trastornos mentales durante la adolescencia o la juventud temprana. Por ello, la intervención en este periodo crucial es fundamental, ya que a menudo se detectan los problemas cuando ya están avanzados.
Esto depende de varios factores, como el estigma asociado a los trastornos mentales, la falta de servicios adecuados —especialmente en zonas rurales— o situaciones de vulnerabilidad económica y social. Anticipar es la clave para poder activar una prevención adecuada.
¿Qué entendemos por prevención personalizada en salud mental juvenil?
La prevención personalizada implica intervenciones adaptadas al perfil de cada individuo, considerando factores como la genética, el entorno, los hábitos de vida, los datos digitales de comportamiento y las preferencias personales.
En el estudio se propone un modelo que combina la monitorización activa (a través de cuestionarios y autoevaluaciones), la monitorización pasiva (mediante sensores y smartphones), la co-creación de soluciones digitales con los propios jóvenes —para garantizar su aceptación e implementación—, y el uso de técnicas de análisis basadas en IA para mejorar la predicción y la personalización de las intervenciones.
Principales oportunidades
- Detección temprana: el uso de datos digitales y sensores puede ayudar a detectar cambios emocionales en tiempo real.
- Intervenciones a medida: la IA puede facilitar el desarrollo de recomendaciones personalizadas, siempre con la participación de profesionales (“human in the loop”) para validar los resultados clínicos.
- Participación de los jóvenes: la aceptación y el éxito de las soluciones tecnológicas dependen de la implicación de los usuarios. El co-diseño debe involucrar a los jóvenes para comprender sus necesidades y percepciones sobre la tecnología.
- Equidad e inclusión: las tecnologías digitales ofrecen la posibilidad de llegar a poblaciones vulnerables o remotas, reduciendo las desigualdades en el acceso a los servicios.
Principales retos
- Privacidad y ética: la recopilación de datos personales plantea desafíos éticos relacionados con la privacidad, la propiedad de los datos, su uso, el derecho a eliminarlos y la ciberseguridad.
- Aceptación y abandono: para reducir el abandono de las herramientas digitales, es esencial implicar a los usuarios desde el diseño y mantener un seguimiento continuo de su uso e implementación.
- Desigualdades digitales: garantizar un acceso universal requiere asegurar tanto la alfabetización digital como una infraestructura tecnológica adecuada.
- Evidencia y escalabilidad: aunque muchos pilotos muestran resultados prometedores, la implementación a gran escala exige financiación suficiente, interoperabilidad entre sistemas, eliminación de barreras transfronterizas y claridad regulatoria.
Conclusión
La prevención personalizada en salud mental juvenil representa una gran oportunidad para detectar de forma temprana los casos de riesgo y promover intervenciones que favorezcan el bienestar psicológico y físico en una visión holística del cuidado.
Sin embargo, la tecnología por sí sola no basta: es necesario un enfoque centrado en la persona, que garantice servicios universales, una gestión eficaz de los recursos, formación adecuada de todos los usuarios y la implicación de todos los actores clave, en una perspectiva de transformación cultural del sistema de cuidados.
Referencias
Löchner JA, et al. (2025). Multidisciplinary perspectives on personalised prevention in youth mental health. Frontiers in Digital Health: https://doi.org/10.3389/fdgth.2025.1568472
