Recomendación al directivo sanitario: Activa la IA, ahora

01/04/2024

La Inteligencia Artificial (IA) es una tecnología integradora, se desarrolla muy rápido y ha empezado a transformar todo lo que hacemos. Es razonable afirmar que no habrá nada que quede al margen, y ahora toca actuar. Aunque no podemos saber con precisión cómo va a evolucionar, implementar IA en salud no es una opción, es una necesidad urgente. Hace pocas semanas, la Fundación TIC Salud y Social y la Sociedad Catalana de Gestión Sanitaria organizaron una jornada de formación para explicar qué deberían estar haciendo los directivos en los diversos ámbitos de la salud para liderar las opciones de cambio que ofrece la IA. Partiendo de lo que se dijo les presentamos en formato de palabras clave un escenario deseable–posible.

Según la metáfora de la inundación, que Hans Moravec utilizó en 1977 para predecir la evolución de la IA, las tierras bajas ya están inundándose. El nivel del agua sube rápidamente y no tardará en alcanzar las cimas más elevadas, donde se encuentran las capacidades humanas más distintivas y avanzadas.

Excelencia

El flujo del paciente por el sistema de salud se optimizará, haciéndolo transparente mediante técnicas de análisis predictivo, basadas en que tendremos datos de los pacientes en tiempo real. Se podrá asegurar que cada paciente recibe la atención adecuada en el momento oportuno. Hay mucho margen para ir hacia la excelencia operativa, automatizando tareas rutinarias o ajustando la asignación de los recursos a la asistencia, entre otras muchas.

Progreso

Imagina convertir “la transformación del hospital” en objeto de investigación en tiempo real, convirtiendo las operaciones diarias en oportunidades para aprender y mejorar. Aparte de aumentar la eficiencia en cualquier tipo de investigación clínica, la IA puede hacer progresar al hospital, o al centro de salud, hacia modelos más responsivos tanto a las necesidades de los pacientes como de los profesionales.

Liderazgo

El combustible de la IA son los datos, y su entorno técnico es complejo; por un lado la variabilidad y el volumen de los datos y sus formatos, y por otro la dificultad añadida de las garantías técnico-legales. Entendamos que la seguridad absoluta tiene un coste infinito, pero que el mayor coste es el de dejar pasar las oportunidades que representa la IA en términos de bienestar y de empleo sostenible. Si todo va bien, tendremos obsesión por aprovechar los datos, y cada día que no tenemos entre manos un proyecto de aplicación de la IA, es un día de liderazgo perdido.

Aprendizaje

Una pieza esencial para hacer realidad los escenarios anteriores es que los profesionales sanitarios se hagan muy capaces de ello. Todo el mundo debe visualizar lo que de forma inminente nos trae la IA, y debe desarrollar las correspondientes habilidades. Desde la perspectiva del profesional algunas actividades perderán valor, pero habrá más que ganarán.

Es necesario reaprender para activar y generalizar la innovación basada en las tecnologías IA, y la experiencia clínica y de gestión de los profesionales es un elemento determinante en su desarrollo.

Colaboración

El conjunto del sistema de salud catalán, a nivel del mundo, es de la dimensión de una organización sanitaria media, y debe promoverse un modelo de gobernanza basado en incentivar la colaboración, y no sólo por la magnitud de los proyectos sino para afrontar juntos la complicación y complejidad que supone el cambio de paradigma. No se trata sólo de realizar sprints individuales sino de organizar además un largo viaje colectivo.

Modelos de negocio

La prestación de servicios de salud es local y puede funcionar con la lógica del sistema público, pero la innovación está globalizada, se basa en modelos de negocio audaces, y cada vez más será la causa de mayor proporción del gasto. La IA representa una nueva oportunidad para que no nos limitemos a ver la economía de la salud como un gasto, y pensemos en clave de inversión. ¿Quién fabricará y venderá los robots sanitarios? ¿Quién inventará los nuevos algoritmos? Tengamos presente que salud-bienestar es el tractor más importante de la economía.

Ecosistema

Uno de los activos más importantes que tenemos en el país es la riqueza de nuestro ecosistema de innovación y de investigación sanitarias, fruto del esfuerzo y la tenacidad de tantos y tantos profesionales e investigación. Aprovechemos este empuje profundizando en el trabajo en red entre entidades para expandir las bases de datos y romper los silos y hagamos que la IA facilite que los pacientes ocupen la posición central del ecosistema. Por último, last but not least, sin una buena dosis de Inteligencia Colectiva, ¿sabremos hacer un uso inteligente de la IA?

En conclusión, el directivo sanitario es responsable de integrar la IA en su ámbito de acción, y de hacerlo ahora, con visión colectiva y con enfoque práctico. Que la mejora en calidad de la atención sea sostenible pasa por aprovechar las oportunidades de innovación que la IA ofrece.

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