Lown Institute es una organización independiente promotora de Right Care Alliance y que ahora lidera Lown Institute Hospitals Index (LIHI), una iniciativa que pretende evaluar los hospitales norteamericanos en función de una nueva métrica basada en el valor, un asunto realmente innovador. Según Vikas Saini, presidente de Lown, se trata de ofrecer a la sociedad un benchmarking que vaya más allá de la comparación de la eficiencia de las estructuras hospitalarias, para centrar el foco en el valor que estas costosas organizaciones aportan a la salud de las comunidades a las que sirven.
El modelo evaluador del LIHI
La métrica del nuevo indicador se basa en tres pilares y 42 parámetros:
- Resultados observados en los pacientes (outcomes). Es la rama menos innovadora del LIHI. Contempla mortalidad (inmediata, a 30 días, 90 días y al año), readmisiones relacionadas, seguridad clínica (11 parámetros) y satisfacción (también con 11 parámetros en torno a la experiencia vivida por los pacientes).
- Prácticas diagnósticas y quirúrgicas que se deberían evitar. Es un pilar elaborado con indicadores que se alimentan de los estudios de efectividad clínica. Se trata de una lista de 13 procesos agrupados en tres bloques: a) 5 intervenciones que no se deberían realizar nunca (vertebroplastias, artroscopias, colocación de stents en arterias renales, filtros de vena cava inferior y cateterización del arteria pulmonar), b) 4 estudios diagnósticos no apropiados en determinadas circunstancias (EEG y pruebas de imagen de cráneo y de arterias carótidas en estudios de desmayos y EEG en estudios de dolores de cabeza), y c) detección de 4 intervenciones en exceso (histerectomías, fusiones espinales, colocación de stents en arterias coronarias y endarterectomías de carótida).
- Liderazgo cívico. Se trata del apartado social del LIHI de gran interés en EEUU, dada la precariedad de acceso a los servicios sanitarios de los colectivos vulnerables. Para esta parte, los promotores del índice han elegido tres indicadores: a) equidad en los salarios (pay equity), donde valoran el rango existente entre el salario más bajo y el del gerente, un asunto especialmente dramático en aquel país, b) beneficio comunitario (community benefit), con dos parámetros: la fracción del presupuesto de gastos destinado a las entidades sociales de la comunidad y la fracción de la facturación de Medicaid, la mutua que financia parcialmente la asistencia sanitaria de las personas desfavorecidas, y c) arraigo comunitario (inclusivity) donde se analiza la diferencia entre la realidad socioeconómica de los pacientes del hospital y la del área de referencia.
Una vez generado el indicador sintético (en este enlace pueden consultar la metodología), la serie se parte en doceavas partes, lo que da lugar a una escala de 12 categorías posibles que van desde la A+, que significa que el hospital se encuentra entre los 274 mejores y la D-, que vendría a expresar que la posición de aquel hospital se debe buscar entre los 274 peores. La serie de este primer benchmarking ha contado con 3.282 hospitales.
Un toque de atención para los hospitales más famosos
Los Estados Unidos es un país muy competitivo, lo que da lugar a que en su sector sanitario hayan aparecido un montón de evaluaciones, reconocimientos y premios, como Hospital Safety Score centrado en la seguridad del paciente, Magnet Recognition Program promovido por la American Nurses Credentialing Center, para evaluar la capacidad de los hospitales para atraer enfermeras, Joint Comission, una organización que acredita la calidad y la seguridad de los pacientes de las organizaciones sanitarias o US News Best Hospitals, un benchmarking con mucho eco mediático basado principalmente en la reputación, la mortalidad y la eficiencia. Massachusets General Hospital, Mayo Clinic y Cleveland Clinic son tres centros que destacan en todos los benchmarkings, un hecho encomiable que les requiere esfuerzo e ingenio, pero que les da, a cambio, mucha notoriedad, lo que no les debe de ir nada mal a sus arcas. Y la pregunta es, ¿cómo han pasado el filtro de LIHI estas tres iconas de la excelencia médica? y para dar una respuesta rápida, les ofrezco un artículo periodístico que destaca el hecho de que Mayo Clinic no esté en primer lugar de la nueva competición por el liderazgo cívico y el valor para el paciente, además de un breve comentario de las respectivas posiciones de los tres centros mencionados:
- Massachusets General Hospital obtiene la posición global 394 de 3.282 (A), con una esperable A+ en resultados (outcomes), una B+ en prácticas clínicas evitables y una pésima D- en liderazgo cívico.
- Mayo Clinic está en la posición global 956 de 3.282 (B+). Obtiene una también esperable A+ en resultados (outcomes), pero sólo una D en liderazgo cívico y una lamentable D- en prácticas clínicas evitables.
- Cleveland Clinic está en la posición global 1.009 de 3.282 (B+), también con una A+ en resultados (outcomes) y una valiosa A+ en prácticas clínicas evitables, pero suspende gravemente en liderazgo cívico (D-).
Entonces, ¿cuáles son los hospitales ganadores en la lista LIHI?
Los ganadores del LIHI son hospitales desconocidos, al menos para mi, lo que deja claro que si un ciudadano busca un centro que le ofrezca las máximas garantías en un proceso clínico determinado, especialmente si es complejo, LIHI no es la lista que necesita, pero como dice Vikas Saini, si una país quiere invertir en hospitales que prioricen las prácticas clínicas valiosas, obtengan buenos resultados clínicos y sean al mismo tiempo socialmente responsables, entonces en LIHI encontrará un benchmarking que ofrece unas reglas de juego que deberían ser un reflejo para todos los hospitales americanos. Los marcos evaluativos de las organizaciones sanitarias están evolucionando hacia la medida del valor de lo que hacen, entendida como la percepción que las comunidades tienen de la efectividad clínica, y para ello es imprescindible que los centros sanitarios escuchen más a los pacientes e integren mejor sus servicios.
Este artículo se publicó originalmente el 12 de octubre de 2020 en Avenços en Gestió Clínica