El sueño, terapia para el paciente hospitalizado

29/05/2023

Hace unos días viajé en el vagón del silencio del AVE. Las normas son muy simples: no se puede hablar por teléfono, los dispositivos electrónicos han de estar silenciados, se han de usar auriculares y las conversaciones han de ser en tono bajo. Los viajes en este vagón son moderadamente agradables así que pensé ¿Qué pasaría si los hospitales, de las 22h a las 7h fueran espacios de silencio, y en lugar de prescribir somníferos para dormir, se prescribieran siete horas de paz y tranquilidad para los pacientes?

Florence Nightingale en 1859 definió al ruido innecesario que impide el descanso a los pacientes, como la ausencia de atención más cruel que se puede infligir a un enfermo1. En el siglo XXI, actividades asistenciales como el control de signos vitales durante la noche, sigue siendo la práctica predeterminada más común para todos los pacientes, independientemente de su gravedad.

Demasiadas interrupciones del sueño pueden provocar problemas de salud como la hiperglucemia, reducen la calidad de vida de los pacientes, provocan que sea necesario más tiempo para su recuperación y por lo tanto alargan las estancias hospitalarias, aumentando los costes de atención.

Existe una larga lista de razones por la que muchos pacientes no duermen bien en los hospitales, incluido el aumento de los niveles de ruido, que en la última década ha alcanzado los 70 decibelios, muy por encima de los 40 durante el día y 30 durante la noche que recomienda la OMS para considerar a las salas de hospitalización como entornos saludables2.

El descanso durante la noche es un buen predictor de la experiencia del paciente, y su alteración, un factor estresante que aumenta el riesgo de eventos adversos durante y después de la hospitalización3. Sin embargo, aunque los errores médicos y las infecciones hospitalarias han impulsado cambios importantes en los protocolos y procedimientos hospitalarios, los problemas derivados de un descanso deficiente, continúan recibiendo poca atención.

El ruido en los hospitales afecta a pacientes, cuidadores y profesionales. A los profesionales les impacta de tres formas; en primer lugar, porque al interferir en la comunicación, la hace poco inteligible y por tanto favorece los errores asistenciales. En segundo lugar, los niveles de ruido más allá de los límites marcados por la OMS, afectan al rendimiento y a la productividad de las enfermeras. Y en tercer lugar, de acuerdo con la revisión de la literatura realizada por Morrison et al. puede desencadenar en las enfermeras molestias, estrés, taquicardia, aumento en los niveles de ansiedad y frecuencias cardíacas elevadas.4,5

Los pacientes pediátricos no son ajenos a este problema, por eso, en los últimos años los investigadores han comenzado a centrar su atención en identificar los trastornos del sueño de los niños y adolescentes. Especialmente preocupante es el ruido en las salas neonatales, donde los equipos asistenciales, las alarmas, las incubadoras que se abren y cierran, la actividad del personal y de los visitantes hacen que estas unidades sean lugares excesivamente ruidosos. La especial sensibilidad de un bebé prematuro puede aumentar la posibilidad de daños auditivos a largo plazo, incluso algún estudio vincula el ruido con el desarrollo del lenguaje al haber afectado el desarrollo cerebral y sensorial. En la misma línea, los padres y cuidadores que acompañan al niño durante la hospitalización, manifiestan sentirse más cansados y tristes, tienen la función cognitiva deteriorada, dificultad con la regulación emocional y problemas con la toma de decisiones médicas después del alta6.

Aunque la mayoría de los trastornos del sueño se atribuyen a alteraciones ambientales como el ruido o a las prácticas asistenciales, el 88 % de las intervenciones para promover el sueño de los niños están dirigidas al paciente, con técnicas centradas en la relajación. De los 45 artículos incluidos en esta revisión sistemática, solo uno se centró exclusivamente en los factores ambientales.

A pesar del impacto que la interrupción del sueño tiene en la calidad de vida del paciente, el número de reclamaciones sobre problemas para dormir registradas en los hospitales del Institut Català de la Salut (ICS) en 2017, no llegó al 0,2% del total de quejas. En la misma línea, en el último estudio PLAENSA de satisfacción sobre la atención hospitalaria con internamiento, realizado en Cataluña en 2022, un 79,2 % de las personas encuestadas estaban satisfechas con la tranquilidad para descansar durante las noches. Es lógico pues preguntarnos ¿por qué las interrupciones del sueño no afectan a la satisfacción del paciente? Tal como concluyen expertos como Peter Ubel, médico y científico conductual, probablemente sea porque los pacientes asumen que todas ellas son asistencialmente necesarias, aunque la realidad es que algunas son necesarias, pero otras no lo son.

Algunos hospitales, con una mentalidad menos rígida y más centrada en las necesidades de los pacientes, han puesto en marcha de manera sistemática practicas favorables a la preservación del sueño de los pacientes, así, por ejemplo, el proyecto Sueñon, liderado por profesionales de enfermería, dirigido a profesionales, gestores y pacientes, trata de promover el descanso de las personas hospitalizadas con medidas de fácil implementación, que aseguran resultados fiables por estar basados en la evidencia científica.

En esta misma línea, este estudio7 presenta algunas propuestas agrupadas en tres categorías que bien podrían estar incluidas en los 8 pasos que Kotter identificó para liderar el cambio de los hospitales:

  1. Cultura universal: cambiar las prácticas que se hacen porque siempre se ha hecho así, y establecer un “tiempo de silencio” durante la noche, publicándolo en carteles de pasillos y salas.
  2. Cambios ambientales: temporizador de luz y sonido, alarmas de las bombas de infusión que emitan los pitidos fuera de la habitación, llamadas al personal que no sean necesariamente mediante un timbre, identificar equipos ruidosos o dispositivos defectuosos que necesiten mantenimiento y utilizar pegatinas para identificarlos. Instalar cierres de puerta lentos o colocar almohadillas de espuma a las tapas de los contenedores para reducir los golpes al cerrarlos.
  3. Prácticas hospitalarias: Seleccionar, entre las prescripciones médicas, el modo “preservación del sueño”, y agrupar tareas como signos vitales, medicación o cualquier otra evaluación necesaria durante la noche.

La propuesta de Arora y Orlov en la revista Sleep, está dirigida a la certificación del centro como “Hospital amigable para dormir” , y así aumentar los incentivos hospitalarios que favorezcan las intervenciones en apoyo al sueño de los pacientes hospitalizados.

Fomentar el buen sueño también debería estar integrado en el diseño arquitectónico, con medidas como colocar el baño y la entrada a las habitaciones entre las camas, de forma que se facilite a los profesionales la atención a un paciente sin molestar al compañero de cuarto, y la instalación de suelos y techos que absorbieran el sonido (especialmente en unidades neonatales).

El ruido en los hospitales no es inevitable. Se necesitan guías que incorporen mejoras en las prácticas para apoyar el descanso de los pacientes durante los períodos de hospitalización, y al mismo tiempo, que los pacientes sean conscientes que la hospitalización y el sueño no deben ser excluyentes. Pocas cosas curan más a una persona fisiológica, emocional y espiritualmente que dormir bien y tener un sueño reparador.


Referencias

1 Nightingale F. Notes on nursing: what it is, and what it is not: Lippincott Williams & Wilkins; 1992.

2 Berglund B, Lindvall T, Schwela DH. New WHO guidelines for community noise. Noise Vib Worldw. 2000;31(4):24–9.

3 Krumholz HM. Post-hospital syndrome—an acquired, transient condition of generalized risk.  N Engl J Med. 2013;368(2):100-102. doi:10.1056/NEJMp1212324

4 Morrison WE, Haas EC, Shaffner DH, Garrett ES, Fackler JC. Noise, stress, and annoyance in a pediatric intensive care unit. Crit Care Med. 2003;31(1):113–9.

5 Tseng L-P, Chuang M-T, Liu Y-C. Effects of noise and music on situation awareness, anxiety, and the mental workload of nurses during operations. Appl Ergon. 2022;99:103633.

6 Nicola M Orlov, Vineet M Arora, A call for a “Sleep-Friendly” designation in hospitals, Sleep, Volume 45, Issue 5, May 2022, zsac066, https://doi.org/10.1093/sleep/zsac066

7 Affini MI, Arora VM, Gulati J, Mason N, Klein A, Cho HJ, Clarke K, Lee V, McDaniel LM, Orlov NM. Defining existing practices to support the sleep of hospitalized patients: A mixed-methods study of top-ranked hospitals. J Hosp Med. 2022 Aug;17(8):633-638. doi: 10.1002/jhm.12917. Epub 2022 Jul 19. PMID: 35854665; PMCID: PMC9544101.

Imagen: El sueño de Jacob. José de Ribera, 1639

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