Mejorando la sanidad a través del trabajo en equipo: Lecciones de “La magia de los equipos extraordinarios”

23/10/2023

En mi búsqueda por mejorar nuestro sistema sanitario, una preocupación recurrente es el valor del trabajo en equipo en nuestras instituciones. Promover cambios en el estilo de liderazgo, en la forma de hacer las cosas y en la dinámica de los equipos, ha sido con frecuencia tema de análisis. No podemos negar que la colaboración es la esencia de una atención de calidad en nuestro día a día. Pero ¿qué sucede cuando añadimos un factor mágico en el juego? Permíteme llevar tus pensamientos más allá de la superficie mientras comparto mi reciente inmersión en las páginas del libro ‘La magia de los equipos extraordinarios’ de Enric Arola. Libro que fue además una propuesta desde este blog como recomendación y lectura el pasado verano.

Enric es un experto en liderazgo, coaching y facilitación de equipos, además de conferenciante y escritor. También es el CEO de Far Coaching y cofundador de In Movement. Su texto es una referencia práctica y de amena lectura, con elementos para orientar la mejora y el rendimiento de los equipos en el trabajo. Aunque orientado al business, de enorme aplicabilidad en nuestros entornos sanitarios.

El libro comienza haciendo un análisis de las disfunciones más habituales de los equipos y “tics” del liderazgo, para ahondar, en su segunda mitad, en los ingredientes imprescindibles que deben tener aquellos de alto rendimiento o extraordinarios. Desde mi perspectiva, el principal valor que aporta su lectura es disponer de un contenido eminentemente práctico que permite sacarle partido en nuestros equipos, con numerosos ejemplos y tareas en cada uno de sus apartados. La acertada inclusión de plantillas de trabajo, infografías e ilustraciones, facilitan la comprensión, pero sobre todo la aplicación “a pie de cama” de las ideas.

Durante toda la primera mitad abunda en describir situaciones “patológicas” que no son habitualmente ajenas a nuestras dinámicas de trabajo y a los perfiles de liderazgo: miedos a destapar conflictos, formas de comunicación tóxica, ausencia de confianza, dificultades para alcanzar autonomía, intereses personales y egos, falta de precisión en la definición de roles o responsabilidades, fallos en la empatía entre categorías profesionales, apatía o desmotivación, conflictos en la toma de decisiones, entre niveles asistenciales o servicios clínicos… Todos son aspectos frecuentes en cualquier organización sanitaria. El valor añadido sobre la reflexión que propone el autor es que permite, mediante herramientas, establecer un “diagnóstico” de nuestra situación, así como una orientación con interesantes propuestas de mejora. La abundancia de plantillas (descargables) y ejercicios prácticos para trabajar sobre el terreno hacen del libro un elemento a tener en cuenta, si queremos afrontar con valentía y éxito, nuestras disfunciones.

Una vez establecido un análisis de la situación, Enric Arola dedica toda la segunda mitad del libro, a reflexionar sobre los ingredientes que son clave en el desarrollo de equipos de alto rendimiento: conectar, apuntar (tener un propósito compartido), brillar y hacer brillar a los demás, abandonar ciertos lastres y mantener una voluntad de arriesgar para conseguir una diferencia. De igual manera, en esta segunda parte, abundan ejemplos y tareas que facilitan una excelente hoja de ruta para seguir trabajando en la transformación de nuestros equipos.

El lenguaje utilizado es claro y sencillo. Se disfruta el viaje analizando y recordando muchas similitudes con la realidad que se identifica con frecuencia en nuestras instituciones. Si se echa en falta alguna estrategia que ayude a plantear las bondades de estos ejercicios en los equipos. Esto es particularmente clave en los sanitarios, donde no estamos muy habituados a estas estrategias, y donde la falta de autocrítica y reflexión, así como la endogamia, o el escepticismo, suelen ser elementos que constituyen una barrera a estas iniciativas. Si de verdad queremos ser valientes, para afrontar con mayor soltura, conflictos y dificultades que también son comunes en los equipos de profesionales sanitarios, este libro es un buen punto de partida.

Con un sistema sanitario más tensionado tras la pandemia y frente a los numerosos retos a los que nos tenemos que enfrentar, abordar estas disfunciones de los equipos se antoja imprescindible a todos los niveles. En nuestros servicios clínicos, para salvar silos entre categorías, entre profesionales, entre niveles asistenciales, para trabajar con los cargos intermedios, en los equipos directivos y yo diría, incluso, de forma colaborativa con la administración (con la que también hay que hacer equipo). La apuesta no es fácil porque muchas de las actuaciones requieren que nos pongamos (de forma individual o colectiva) delante de un espejo. Hay que ser decididos, sabiendo que tenemos margen de mejora, que el camino es largo, pero que el beneficio es sin lugar a dudas positivo.

En un escenario, como por ejemplo el hospital; con cada vez mayor complejidad del paciente; con una atención que debe tener un enfoque integral y multidisciplinar… marcar también una estrategia que persiga mejorar las dinámicas de trabajo puede ser interesante. Esto me parece en ocasiones tan importante como el desarrollar vías clínicas, procedimientos asistenciales, o realizar una adecuada gestión sanitaria en nuestros centros. Hay que pensar más en esa cuarta meta, de la que a veces hablamos. No solo ser más eficientes y sostenibles, gestionar camas o recursos, o aportar resultados a las personas. También trabajar con los profesionales para que puedan sentirse verdaderamente útiles y satisfechos. Y hacerlo en equipos extraordinarios, en esta tarea tan nuestra que es el cuidado de otro ser humano.

A diferencia de otras lecturas que han caído entre mis manos “La magia de los equipos extraordinarios” destaca por su enfoque eminentemente práctico y por la abundancia de ejercicios que trascienden la teoría y se traducen en acciones concretas. Una de las piezas de peso que enganchan con la lectura es promover la formación y adquisición de competencias blandas, implementando acciones locales que se alineen con las claves proporcionadas por el libro. Para ello me parece interesante que nos hagamos algunas preguntas: ¿Funcionan bien nuestros equipos de trabajo? ¿Identificamos resistencias para mejorar la eficiencia de los equipos de profesionales sanitarios? ¿Se ha implementado alguna estrategia local en nuestros centros para mejorar las disfunciones? ¿Ha tenido buenos resultados? ¿Mejorar la dinámica de los equipos redundará en una mejora de la calidad de la asistencia? Son cuestiones abiertas para animarnos a la conversación y a la reflexión, pero sobre todo a la acción.

En definitiva, si entre nuestras preocupaciones identificamos que infundir algo de “magia” en los equipos de nuestras instituciones sanitarias puede servir como palanca para mejorar la atención sanitaria de los pacientes, y contribuir al crecimiento y satisfacción de los profesionales, creo que esta lectura de Enric Arola puede ser una herramienta genuinamente valiosa. En un sistema de atención médica desafiante merece la pena aplicar estas lecciones, abrazar el cambio, vencer las resistencias y trabajar juntos y en equipos excepcionales. Esa es la clave para marcar una verdadera diferencia en la vida de nuestros pacientes. Entonces, ¿estamos listos para desatar esa magia en nuestros equipos de salud?

Foto de fxquadro

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