Al cierre del año disfrutamos publicando y leyendo (y criticando) los listados de las mejores películas de los últimos doce meses. Son momentos de reivindicación artística pero también de consolidación del ego (“¡yo las he visto todas!!”, podemos anunciar), de ofensa (“¡qué se ha pensado este sinvergüenza incluyendo en la lista esta barbaridad!”) o de recuperación de obras que han pasado por las pantallas, injustificadamente, sin mucha repercusión. No os presentaré aquí y ahora mi lista de las que considero las más destacables, pero si quisiera hacer referencia a un puñado de obras que pienso son de interés extremo para todos los vinculados a la clínica y la gestión y se pueden encontrar en plataformas.
Los excesos (Hoard, L. Carmoon, 2023) narra la relación entre una chica, hija de una mujer afectada por síndrome de Diógenes, y un chico que, insólitamente, aprende que para relacionarse con ella debe reproducir las situaciones trágicas de sus infancias. Lejos de entrar en un hilo melodramático, la directora Luna Carmoon trata a los dos personajes con extrema sensibilidad y contempla los claroscuros psicológicos que les han marcado. Las secuencias de la infancia de María no se presentan como miserables o terroríficas, sino que reproducen la alegría de vivir y la magia que, dentro de su trastorno, la madre le transfería a diario. Una joya extraña que recuperará con la insólita relación con Michael. Carmoon se niega a condenar a la locura a los dos personajes y, por el contrario, plantea si lo que por todo el mundo es considerado anormal o inaceptable debe ser visto como una decisión autónoma por parte de algunas personas y, por tanto, respetada. Quizás es forzar mucho el ejemplo, pero realmente hay que valorar a menudo cómo consideramos el concepto de “normalidad”, cómo pensamos que hay que encauzar un grupo y cómo, en ocasiones, dejamos de lado a aquellos a quienes consideramos más peculiares, aunque la su experiencia o sus puntos de vista pueden ser bastante más enriquecedores de aquellos a quienes consideramos forman parte del perfil, personal o profesional, al que estamos más habituados.
Todos aquellos que trabajan, de una u otra forma, con niños deberían ver, diría que, de forma obligada, las dos películas que comento a continuación.
Es difícil ver obras malasias, pero hay que recuperar a Tiger stripes (A. Neil Eu, 2023), ganadora de la Semana de la Crítica en Cannes del año pasado. Retrato de una niña que al llegar la menarquía ve alterada su vida cotidiana y su amistad con sus amigas íntimas. Comedia muy libre, trabaja con un punto de realismo mágico, una observación sobre el paso de la infancia a la adolescencia y, a la vez, la situación de las mujeres en un país de observación musulmana. La energía de la pequeña protagonista se come la pantalla, pero da pie a una crítica que, en otro país, habría sido más feroz..
Tótem (L. Avilés, 2023) es la más emotiva de las cintas que voy a mencionar hoy y cabe destacarla por la extrema sensibilidad que la directora confiere a sus personajes, todos ellos preparando el cumpleaños de un joven (hijo, pareja, padre, primo, sobrino, ex marido de cada uno de los diversos protagonistas) a quienes queda poco tiempo de vida, hecho que no se da a entender hasta avanzada la película. Totem no renuncia al duelo, pero nos muestra cómo gestionarlo al encontrar momentos, recuerdos, de felicidad. Un prodigio de sensibilidad en el trato hacia la pequeña protagonista, Tótem se convierte en modélica en cómo tratar situaciones graves junto a personas frágiles.
Más allá de la calidez que desprenden las cintas anteriores, Club cero (J. Haussman, 2023) se revela como una cinta gélida. La historia de un grupo de adolescentes de familias mayoritariamente muy acomodadas, cuya formación los padres y madres han delegado en una escuela lujosa e innovadora se convierte en un peculiar cuento de terror cuando una profesora supuestamente experta en nutrición les orienta hacia una dieta de cero calorías. Meno de Flautista de Hamelin, o inversa de la bruja de la casita de caramelo, el personaje de Mia Wasikovska, seduce a los adolescentes con una estrategia propia de secta. La película de Jessica Haussman incomodó en el Festival de Cannes por su aproximación al fantástico, sin ser completamente una obra de género, y también en el Festival de Sitges, donde se le acusó de lo contrario, es decir, de no ser bastante fantástica. Sin embargo, si se valora desde un punto realista, su contenida exageración provoca escalofríos pues el proceso de subyugación de los jóvenes por parte de la gurú y sus estrambóticas teorías se desarrolla de manera tanto metódica como creíble. Tal vez Club Zero no es la película más adecuada para los amantes del fantástico o para el drama más canónico, pero es un excelente ejemplo para entender cómo las creencias más absurdas, más opuestas al cientifismo, pueden hacerse fuertes.
Por último, referirme a una cinta que quizá tenga menos valía a nivel artístico, donde la imagen es el acompañamiento de un potente mensaje, que justifica lo mencione ahora. A sus 94 años, Clint Eastwood nos ha ofrecido Jurado nº 2, un aparente thriller que nos lleva a meditar sobre temas que el antiguo hombre sin nombre de las cintas de Sergio Leone o el inspector Harry Callahan ha desarrollado en muchas obras anteriores como director: la responsabilidad individual, la moral personal o la gestión de la justicia. A pesar de iniciarse con una situación similar al clásico de Sydney Lumet, Doce hombres sin piedad (12 angry men, 1957), donde un miembro de un jurado popular se opone a la decisión de los 11 restantes de condenar a un aparente asesino, la cinta deriva en una reflexión sobre el enfrentamiento entre la responsabilidad individual y la social. Hasta qué punto pesa lo que hemos sido respecto del cambio que hemos podido experimentar y lo que somos. O hasta qué punto mueven la balanza de la justicia los procedimientos y evidencias. O, tal vez, hasta qué punto la justicia puede no ser justa y cómo (o no) podemos modificar el relato… Un debate que podemos extender más allá de la trama de la cinta a muchos aspectos de nuestro día a día. Hasta qué punto la justicia puede no ser justa y cómo (o no) podemos modificar el relato… Un debate que podemos extender más allá de la trama de la cinta a muchos aspectos de nuestro día a día
PS. Sí. Sabía que lo querríais… Aquí tiene un listado de las mejores cintas estrenadas este año: La quimera, Sobre la hierba seca, Mal vivero, No esperes demasiado del fin del mundo, Segundo premio, La estrella azul, The beast, The zone of interest, Evil does not exist, Pobres criaturas, In a violent way, En la alcova del sultán… A disfrutarlas!