El hospital como servicio y no como edificio

30/06/2025

Antes de 2010 el Hospital San Joan de Déu empezaba a popularizar el concepto “Hospital líquido”, atribuyéndole tres características: flexible (que fluye más allá de las paredes, que se adapta al entorno), accesible (abierto y atento a lo que dicen los pacientes, otros centros y la sociedad) y colaborativo (que trabaja conjuntamente con pacientes y otras instituciones). Quince años más tarde ha salido publicado un informe del think thank británico Re:State que describe el hospital del futuro: un modelo virtual basado en servicios, que ya no depende de espacios físicos. El hospital entendido como un servicio y no como un edificio.

Hospital as a service, not a building hace reflexionar sobre la atención médica aguda; es una provocación contra la forma tradicional de pensar la atención médica como algo basado en edificios (¿dónde prestamos atención?) y a favor de una forma de pensar la atención como un servicio: ¿qué atención brindamos? ¿Qué servicios deben ser realmente presenciales?

Los hospitales están atravesando una crisis no sólo de sostenibilidad, sino también de identidad: los costos aumentan, el rendimiento disminuye y la experiencia del paciente se ve afectada. Aunque se habla mucho sobre reformar la atención primaria y comunitaria, se está obviando la discusión sobre el papel de los hospitales en un modelo centrado en la prevención. La creciente demanda clínica y las presiones financieras exigen repensar completamente el modelo: el hospital tradicional, orientado a episodios agudos, no se adapta bien a enfermedades crónicas y complejas. La respuesta no es solo mover infraestructura o personal al entorno comunitario, sino transformar el hospital en un servicio accesible desde cualquier lugar.

Se argumenta que el hospital ya no debe ser visto como un edificio físico, sino como un servicio que pueda ofrecerse en cualquier lugar y momento, incluyendo en el hogar del paciente. Esto mejoraría la atención, la experiencia del paciente, la productividad y la eficiencia del sistema.

El texto también critica los intentos de trasladar físicamente a los especialistas fuera del hospital, ya que eso no garantiza una atención mejor ni más barata: en su lugar, propone repensar los caminos entre atención primaria y secundaria, priorizando la comunicación sobre la ubicación física, y adoptando la atención virtual como eje central del futuro hospital. Esto se traduce en tres principios y 21 recomendaciones que pueden consultarse en el documento completo.

Principio 1. Rediseñar los circuitos asistenciales entre atención primaria y secundaria

Para facilitar el paso de la atención hospitalaria a la comunidad, se propone una transformación profunda de los circuitos de atención, especialmente para pacientes con multimorbilidad y fragilidad. Las acciones clave incluyen:

  • Rediseñar rutas clínicas para condiciones como multimorbilidad y fragilidad, liderado por clínicos.
  • Identificar tipos de atención que requieren presencia física y cuáles pueden ser virtuales.
  • Crear un sistema de revisión entre pares enfocado en circuitos asistenciales, no en profesionales individuales.
  • Establecer equipos de gestión del cambio en cada sistema territorial.
  • Probar un modelo de pago por resultados en atención primaria para ciertas consultas ambulatorias.
  • Evaluar el modelo tras 3 años para decidir si puede aplicarse más ampliamente.

Principio 2. Priorizar la comunicación frente a la ubicación

El modelo propone que la atención especializada no dependa de la presencia física del especialista. En su lugar, se debe garantizar una comunicación fluida y segura entre profesionales sanitarios, en todo el sistema.

  • Crear una plataforma nacional de comunicación clínico-clínico, segura y específica para el NHS.
  • Incluir un directorio nacional con IA generativa para búsqueda semántica entre profesionales.
  • Diseñar incentivos financieros para fomentar el uso de esta plataforma por parte de especialistas.
  • Desarrollar una Historia Clínica Unificada para todos los proveedores de salud y asistencia social.
  • Establecer estándares nacionales obligatorios de interoperabilidad, codificación, seguridad y calidad de datos.
  • Aprobar legislación obligatoria para que los sistemas usen estos estándares.
  • Probar la UCR en algunos sistemas antes de lanzarla a nivel nacional.
  • Limitar los contratos de software clínico a máximo 5 años para fomentar innovación y competencia.

Principio 3. Redefinir el hospital en torno a la atención remota

  • Probar al menos tres hospitales generales remotos, financiados por el gobierno.
  • Establecer un conjunto mínimo de servicios obligatorios para estos hospitales (incluido A&E virtual).
  • Acordar, junto con los colegios profesionales, cómo formar clínicos en atención remota.
  • Asegurar un financiamiento a 5 años para camas virtuales, con incentivos por cumplir metas.
  • Financiar a residencias que apoyen camas virtuales, integrando más servicios geriátricos.
  • Incluir fondos para contratar personal especializado en implementación de cuidados virtuales.
  • Crear estándares de datos para monitoreo remoto e intercambio de datos en tiempo real.

Como nos recordaba Nacho Vallejo en esta entrada, a la par que construimos edificios, es necesario enfocarse en cómo transformar la organización, su cultura y su visión. Y esto supone una revisión profunda de la forma en que se llevan a cabo las prácticas, ser generosos con la adopción de nuevos modelos y roles, y dejar hacer y liderar el proceso de forma conveniente, buscando entre todos, otra manera de hacer las cosas. Hablamos de transformación real y profunda que nos permita reorganizar el sistema teniendo en cuenta no solo lo que cuesta, sino también el impacto en la mejora de la vida de las personas. 

Siendo éste el modelo de hospital del futuro, y en el contexto de la construcción de varios nuevos centros (Campus Salut Girona, Hospital Clínic, etc.) ¿necesitará Cataluña tener 70 hospitales? El Comité d’Avaluació, Innovació, Reforma Operativa del Sistema de Salut (CAIROS) ha sido el detonante de los primeros pasos hacia las imprescindibles reformas del sistema sanitario catalán. En el ámbito hospitalario, esperamos en otoño ver qué acciones prioriza y sobre qué horizonte se proyectan: toca empezar a poner en práctica aquello que hace décadas que se imagina.


Foto de Li Zhang

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